Blogeando nomás...

viernes, abril 21, 2006

Hallazgo


Es un día tranquilo y desocupado de noviembre, camino de vuelta a casa luego de un pacífico día de trabajo. Avisto mi hogar a lo lejos e imagino el calor que sentiré al abrir la puerta, al caminar hacia la cocina en busca de algo para comer y luego subir las escaleras para saludar a mi señora y a mis hijos. Ella yacerá en la cama impávida y luminosa viendo televisión o quizás leyendo, o preparando material para su clase de mañana. Noto que es la hora de la teleserie, debe estar frente al televisor. Busco a mis hijos, ella escucha música y canta su disco favorito, se sabe las trece canciones de amor de memoria y la saludo de lejos para no interrumpirla aunque de todas formas correrá a abrazarme. Mi hijo duerme siesta, pasando la caña quizás, sería la segunda vez en el año... sería normal.
Me gusta el aroma de la tierra después de la lluvia, el jardín emana ese olor a pasto y tierra húmeda que me recuerda a mi ciudad natal. Me acerco a la puerta y veo una caja. Una caja común y corriente de esas café y de 30 x 30 cms. La tomo y no deduzco que contiene por su peso, la muevo y el sonido es indefinible. La dejó en el suelo y pienso si la abro por un segundo...

¿Qué opinas? Comenta: la abro, la dejo, la patéo, la boto... ojalá sea una instancia para continuar con la historia, saludos!

martes, abril 04, 2006

Duerme tranquila...


-jajajaja
-no ceerás que estoy hablando en serio...
-no lo dudo
-si a veces pienso en tí, no es solo porque tengas mi alma dentro tuyo, o porque a veces creo que el viento no sería tibio si tan sólo estoy pensando en tí... no lo creo.
-quizá son meras coincidencias, quizás las hojas caen porque sí cuando te doy la mano, y la tierra se ablanda cuando la pisas para dejarme plantar y poder vivir el día de mañana de la tierra que se ha puesto a mis pies pero que solo tú has sabido mantener...
-me he cansado toda esta vida de mi sutileza febril para no dejarte soñar con angelitos vestidos de blanco porque se que no eres inmadura. Te dejo soñar con demonios y que despiertes asustada por las noches, para que al verme...
-te considere un regalo?
-no. Me consideres un ángel. No soy menos que eso.
-las persianas se cerraron por horas a tu ventana oscura. No sientas que me creo eso del abrazo prohibido y de la pequeña muerte.
-no lo espero. Tú no eres así. No eres tan frágil ni tan alegre como todos creen. No es más que una persona puesta sobre tí y raída por tus prejuicios.
-mejor despierta que estoy cansado y quiero dormir. Me cansa esto de verte hasta en sueños...